Tomi Lebrero o como convertir un miércoles normal en una fiesta maravillosa

Por si alguno todavía no sabe, vamos a explicar acá lo inexplicable, por si todavía no te enteraste, que a veces las cosas pasan y pasan.

Tomi vuelve del Oriente (a confirmar: llegó por el camino corto, cavando un agujero), en un abrir y cerrar de ojos dispone de equipo, la alma de la fiesta, el carroza del carnaval y sus bailarines, todo está listo, ya en Occidente, los miércoles (que bien fueron cuidados por padrinos casi padres) vuelven a sus brazos con una corrida de novela. Back from China, Japón.

En ésta clase, señoritas, intentaré exponer cómo la casa deviene jolgorio en mitad de la semana para disgusto del señor que inventó los calendarios. Éstos miércoles se volvieron mito para después volverse tradición, para después descansar sólo para volver. Ahí es cuando revoleamos al compañero en un pase de rock and roll y los meneos y los saltitos y el baile que vos querás y el escuchar, también el escuchar (Tarjeta con punto: todos juegan. Algo así...)

Y... Ah, me doy, quemá tus apuntes y salí para acá. Lo inexplicable está hecho para no explicarlo y la Universidad de la Posta respeta códigos, y el miércoles se queda en casa, esperando la carroza con el Puchero Misterioso y la voz cantante.